También llamada Síndone o Santo Sudario es, según una constante tradición y como parecen verificar los numerosos estudios que se han llevado a cabo sobre el tema, el lienzo o sábana de la cual nos hablan los evangelios: la sábana nueva y limpia en la cual José de Arimatea, con ayuda de Nicodemo, envolvió el cuerpo de Jesús tras su muerte en la cruz. Para Mª José Luciáñez, la Sábana Santa es un icono del Evangelio que manifiesta lo que Jesucristo sufrió durante toda su pasión y muerte. Para un creyente ayuda a reconstruir el Evangelio de la Pasión y a profundizar en lo que Jesús hizo por cada uno de nosotros. Luciáñez ha elegido esta imagen para describir su poder de comunicación. En concreto, se ha centrado en la imagen del rostro que es la que mejor se ve y que comunica vida y serenidad, teniendo en cuenta que el hombre que lo está notificando es una persona que está resucitada y ha sufrido la Pasión, el Calvario y la Cruz. A pesar de eso, notifica vida y da una serenidad que no es de este mundo y comunica mucho a los jóvenes.