El timo es sencillo. El coche estafador empieza a dar vueltas por el carril externo de una rotonda. Cuando ve que el coche que circula por el interior coloca el intermitente para salir, acelera y provoca un accidente. Los timadores se aseguran de sufrir alguna herida para poder ir al hospital. A partir de ese momento los estafadores llevan todas las de ganar. Con el reglamento en la mano, la víctima tiene la culpa de chocar contra el coche que circulaba por el exterior. De esta manera, para no ponerse en contacto con la Policía, ambos firman un parte amistoso. En ese momento, los timadores llaman a la ambulancia, son trasladados a un centro médico, y es aquí donde rellenan un parte de lesiones para poder reclamar la indemnización a las aseguradoras. La Policía ya sabe de la existencia de esta estafa en Granada y ahora se investiga en Vigo. Según La Voz de Galicia, estas personas podrían haber gastado 14.500€ en asistencia médica y cobrado 78.000€ de indemnizaciones en concepto de bajas médicas y supuestas secuelas.