Imagínese que está sentado tranquilamente es un teleférico bajando hacia la estación, de repente empieza a aumentar la velocidad, y más, y más… y entonces ya asusta. Sabe que si sigue a esa velocidad, cuando se pare (si para), el frenazo puede ser brutal. Y si no para, en la curva en la que da la vuelta puede salir despedido y quedar gravemente herido.

Pues eso es lo que pasó en Gudari, Georgia, cuando un teleférico perdió el control y empezó a ir a toda velocidad. Los que estaban alrededor lo grabaron mientras asistían atónitos a la dantesca escena. Y los que estaban montados no tuvieron otro remedio que saltar si no habían llegado a la curva. Los que sí llegaron a ella salieron, literalmente, por los aires.

"El teleférico se detuvo y comenzó a marcha atrás", relata un testigo. "Tuvimos que saltar de allí porque en la parte inferior (de la colina) era basura total y no había posibilidad de estar a salvo".

En total se han contabilizado 12 heridos de diversa consideración que fueron llevados a la clínica del complejo, y poco a poco fueron dados de alta tras comprobar que su estado no revestía de gravedad. "El aparato dejó de funcionar, las sillas se estrellaron entre sí con los pasajeros suspendidos en el aire, causando daños a la salud de gravedad media", dijo The Mountain Company, la compañía, en un comunicado.

The Mountain Company agregó que se ha puesto en contacto con el fabricante de los remontes, el grupo Doppelmayr Garaventa, para investigar la causa del incidente.