Consideran como graves inconvenientes lo inadecuado de las instalaciones y de los corrales -“a pesar de las evidentes mejoras producidas”- y, sobre todo, la dificultad de garantizar la seguridad de todo el recinto de la finca. Máxime –añade la carta-, “teniendo en cuenta lo aislado del lugar y la difícil situación de contestación, muchas veces radical, con que se encuentra cualquier actividad relacionada, directa o indirectamente, con la Tauromaquia”.Entre otras razones, Taurodelta alega también el rechazo de “una parte significativa” de los ganaderos a dejar los toros en El Batán por los riesgos del embarque y desembarque adicional de los animales, así como por las posibles “campañas” negativas en las redes sociales.Para la presidenta del Patronato de la Escuela de Tauromaquia de Madrid y concejal del Ayuntamiento, Paloma García Romero, la decisión de Taurodelta “es legítima y comprensible, aunque sabemos que puede suponer una decepción para muchos aficionados que nos piden la vuelta de los toros al Batán”.“Por nuestra parte, dejamos las puertas abiertas a futuros acuerdos que hoy no son factibles pero mañana quizá sí. Nuestra voluntad sigue ahí”, señaló García Romero.