El gobernador del Banco de España, que ha comparecido esta mañana en el Congreso, ha defendido la necesidad de subir el IVA para hacer posible la consolidación fiscal que aún está pendiente. Luis María Linde ha recordado que todavía faltan 55.000 millones de ajuste para cumplir con el objetivo de déficit de 2017. Es lógico que Linde lance este mensaje que es el mismo que ha defendido el FMI y la Comisión Europea. Es normal que todos adviertan que España gasta más de lo que ingresa.Pero una nueva subida del IVA en este momento supondría ponerle freno al crecimiento de la demanda interna que, por fin, en el pasado trimestre empezó a tirar. Desde luego hay que equilibrar gastos e ingresos pero no a costa de impuestos indirectos.El Gobierno va a presentar su proyecto de reforma fiscal. En ella deberían contenerse  medidas eficaces para luchar contra el fraude, que es la principal sangría de la Hacienda Pública. Hemos visto que la racionalización de las cotizaciones sociales, con la tarifa plana de los 100 euros, ha servido para crear empleo. Es una vía todavía por explorar. La prestación por desempleo es la segunda mayor fuente de gasto. Y además queda todavía mucho por hacer en la racionalización de la Administración. Subir impuestos es el modo más rápido de reducir el déficit, pero no el más conveniente.