Roberto Soldado cumplió en el debut en la Copa de las Confederaciones el sueño personal de jugar con España una competición continental y tras ser protagonista del triunfo con un tanto a Uruguay, se marca un nuevo objetivo: "Ganar a Brasil en Maracaná, la cuna del fútbol".Soldado nunca se vio en la lista definitiva de Vicente del Bosque para la Confederaciones. Su cabeza aún asimila pasar de verse otra vez descartado, como en la espina que se le clavó el día de su cumpleaños en la víspera de Eurocopa 2012, a ser titular y protagonista ante Uruguay. Dejó un gol especial. Con mirada al cielo en memoria de su abuelo, que se perdió uno de los momentos para enmarcar de su carrera.En una entrevista con EFE en el hotel de concentración de la Roja en Río de Janeiro, Soldado muestra su hambre de éxito, desvela que llamó a Álvaro Negredo tras 'quitarle' el puesto y no tiene dudas sobre Iker Casillas. Para él sigue siendo "el mejor portero del mundo".Pregunta: Después de lo pasado, del camino recorrido hasta la llegada de su momento, es la hora de cumplir sueños.Respuesta: Si me lo ponen en un papel lo hubiese firmado de cabeza. He empezado con buen pie la Confederaciones, como la selección, que es lo importante. Hemos dado buena imagen pero no debemos quedarnos aquí, sino seguir mejorando. P: Disfrutó como un niño ante Uruguay. R: Fue un partido tan bueno que te diviertes todo el rato. No paras de entrar en contacto con el balón, ves que te entiendes bien con los compañeros. Contento, pero habría sido perfecto si hubiese llegado a dos centros, que no lo hice por muy poco. Eran ocasiones claras de gol. Pero la imagen de la selección fue muy buena. P: ¿Ni marcando en su primer partido en un torneo con la Roja acabó plenamente satisfecho? R: Soy poco conformista desde siempre, a pesar de hacer un buen partido mi cabeza piensa que pude sacar más rendimiento a los noventa minutos que jugué. Por eso estoy contento pero no me quedó ahí. Quiero más. P: ¿Algún día se acuesta pensando que ha sacado todo en un partido y estuvo perfecto? R: Es difícil (risas). Al ser delantero diría que una ocasión en la que metí cuatro goles. Fue con el Valencia ante el Getafe. P: Pues si vuelve a tener minutos, Tahití es buen rival para intentar repetirlo. R: A ver quién juega, pero debemos mostrar respeto y lo haremos saliendo con la misma mentalidad que ante Uruguay, al cien por cien. Los goles son secundarios. Llegarán con nuestra filosofía de juego. P: ¿Cómo se asimila pasar de pensar que no será convocado para la Confederaciones a ser protagonista del debut? R: Con tranquilidad. Pasas por momentos de dudas al principio, cuando estás en la lista de 26 pero no sabes si podrás estar en la definitiva. Luego, poco a poco te vas metiendo en el grupo. Vi que tenía posibilidades de entrar en el once ante Uruguay y se me dio esa oportunidad. Fue un cambio muy brusco en dos semanas. Nadie me lo ha regalado. Me lo he ganado y deseo hacerlo lo mejor posible. P: Sea sincero. ¿Planificó vacaciones o tenía fe en estar aquí? R: Veía el nivel de los 26 y era realista, pensaba que podía ser uno de los descartes. Tenía dudas pero ilusión de estar en la lista definitiva. Al acabar la última jornada me iba tan fastidiado que ni pensaba en vacaciones. Perdimos la plaza de Champions con el Valencia. La tuvimos en nuestros manos y era lo primordial. También se me escapó el trofeo Zarra pero era secundario. Al final esos goles que marqué en Sevilla quizá me ayudaron a estar aquí. P: Ser máximo goleador nacional se lo arrebató un amigo como Negredo, pero la plaza para la Confederaciones se la quedó Soldado. ¿Habló con él tras conocer la lista? R: Durante la lista no, lo hice después de conocer la definitiva y ver que yo estaba. Le llamé. Para mí es como un hermano desde hace mucho tiempo. Me ha cuidado muy bien siempre, desde cuando coincidimos en el Castilla y también cuando comencé a venir a la selección, donde él ya es más veterano. Tener a gente así que te acoja de esa manera te hace todo mucho más fácil. P: Sabía qué aconsejarle porque Soldado pasó por algo parecido hace un año. R: Es fastidiado. El año pasado fue al revés y me quedé yo a las puertas. Cualquiera de los dos podría haber estado aquí y habría rendido al nivel del otro. Hay momentos para todos, este año me ha tocado a mí, pero no quiere decir que Álvaro no lo merezca. P: Y salió la preconvocatoria y seguía sin verse en Brasil. ¿Se le quedó una espina clavada en su cumpleaños de hace un año? R: La verdad es que no me veía. Dudas siempre tienes, más después de vivir lo del año pasado que tras estar concentrado con la selección fue duro quedarte a las puertas. Ves que va a haber tres descartes y no te fías. Si lo miras en plan negativo fue mi peor cumpleaños, pero intento sacar lo positivo a todo. Aprendí al convivir con ellos. Ya fue un premio. Estar con la selección es lo máximo. Siempre quieres más y sabía que no podía ser por la rivalidad que había en mi posición. P: Siendo positivo, ¿se ha convertido en el nueve idóneo para Del Bosque por sus características para el sistema? R: Busca un delantero completo, es difícil decir quien lo es y quien no. Yo intento leer durante el partido qué puedes aportar. Ante Uruguay fui el elegido pero cualquiera lo habría hecho bien por el nivel del equipo. Lo mejor para un delantero es tener a mucha gente cerca para poder asociarte, te dan salida cuando recibes de espaldas. Ver conduciendo el balón a gente de la calidad que hay en este equipo de cara a tí hay que aprovecharlo y disfrutarlo. P: Si le lanza una pared Iniesta le mejora. R: Es saber leer cada momento, cuando tienes que aguantar el balón o jugar al primer toque. Iniesta, como otros centrocampistas de la selección, a la hora de moverse te indican si tienes que jugar a uno o dos toques. Es una maravilla. P: Antes de viajar a Brasil, Del bosque dejó una crítica a los nueves. Habló de falta de regularidad. ¿Os motivó aún más? R: Esas palabras te ponen las pilas aún más todavía para intentar hacerle cambiar de opinión, que es lo que quiere. Que sepa que puede tenerte cuando necesita respondiendo al nivel que el espera. P: ¿Cuál es el secreto de la selección? R: La sintonía, trasladar al campo el ambiente que existe fuera. Es uno de los éxitos. Y la filosofía de tener el balón que tantos éxitos ha dado a la selección. P: En esa sintonía hay amigos que han dejado de serlo, como Arbeloa y Casillas. ¿Se puede arreglar? R: Sé de ese tema por la prensa porque en la convivencia no hay ningún problema. Lo más importante es que hay respeto entre ellos y no perjudica para nada a la selección. Los temas individuales no tienen que afectar al resto. Por tema de amistad entre ellos creo que estar bien es lo mejor para todos. P: ¿Se entendió en el vestuario la titularidad de Casillas? R: Nosotros lo tomamos como que es otro compañero más y la decisión es del entrenador que ve quien está mejor preparado en ese momento. Pensó que era Iker y creo que acertó completamente porque ante Irlanda demostró el nivel al que está. Yo le veo igual que siempre. Está claro que estar cinco meses sin jugar partidos oficiales te hace perder la forma, pero no se le nota. Desde que ha llegado a la concentración se le ve muy bien y en los partidos, que es lo importante, esperamos que lo mantenga. P: ¿Quién es el mejor portero del mundo? R: Para mí, Casillas. Ha demostrado durante mucho tiempo que es el mejor y no tengo ninguna duda de que lo va a seguir demostrando. P: Cumplido un reto personal imagino que ya tendrá nuevo reto. R: El sueño debe terminar levantando esta Copa de las Confederaciones. Es compartido con todos los jugadores de la selección. Sería más especial aún hacerlo ante Brasil en Maracaná, cuna del fútbol, uno de los estadios que siempre nombras desde pequeño cuando quieres jugar fuera de tu país.