Mientras cuidaba sus ovejas como pastor a su servicio, intentó en vano escapar varias veces. Pero cada uno de estos momentos, fueron un aviso de la Providencia que le quería encauzar al camino de la Fe, del que había estado apartado hasta entonces. La historia le sitúa en este tiempo en las costas de Mayo. Allí viviría este cautiverio, cercano al Monte Corchan Aigli, donde se entregó a las más estrictas penitencias para expiar sus pecados y tener una fuerte experiencia de Dios. Poniéndose en manos del Altísimo, un día soñó que iba muy lejos por el mar y que un barco le recibía. Entendiendo que ese camino le marcaba el Cielo, se puso en camino y tomó un barco que le llevó hasta Francia. Tras varios años en el país galo, el Espíritu le conduciría hasta Irlanda, donde sería fecundo su apostolado. Consagrado obispo, su apostolado logró extender el Evangelio de Cristo entre los irlandeses. Muere el año 461 en Downpatrick, pueblo que puso este nombre en su honor. Iconografía: Se le representa con la indumentaria de Obispo. Otros Santos: Juan, Gertrudis y Gabriel.