Allí Dios le escogerá para salvar del cautiverio a los israelitas, mediante la visión de la zarza que ardía sin consumirse. Después de obtener la libertad de Israel, Moisés les lleva por el desierto durante cuarenta años. En este tiempo, Yavé le entrega los Diez Mandamientos, como la Alianza que establece con su pueblo y alimenta a los israelitas con el maná, que es pan enviado por el Señor desde el cielo, preludio del banquete eucarístico. Hombre fiel al mandato del Cielo, vive también momentos de desconfianza, como es el caso de la roca de Horeb, donde golpea dos veces en la misma piedra, desobedeciendo la orden divina. Por este motivo, muere antes de que el pueblo entrase en la Tierra Prometida. Iconografía: Su representación es llevando el bastón en la mano con el que separó las aguas o atrajo las plagas de Egipto por orden divina. También se le representa bajando del Monte Sinaí con las Tablas de la Ley en las manos. Otro Santos: Nuestra Señora de la Consolación, Bonifacio I y Rosalía.