Los 40.000 aficionados que se han dado cita en San Mamés para asistir al último partido oficial en el estadio bilbaíno antes de que sea demolido, que han disputado el Athletic Club y el Levante, han despedido a 'La Catedral' con una ovación de cien segundos, uno por cada año de vida del campo. Al término del encuentro, que ha finalizado con triunfo visitante por 0-1 con un gol de Juanlu Gómez, decenas de jugadores y jugadoras de las categorías inferiores y el resto de estamentos del club han salido al terreno de juego rodeando a los capitanes de ambos equipos, Carlos Gurpegui y Vicente Iborra. Los dos futbolistas, acompañados por un el jugador más joven de la cantera rojiblanca se han dirigido al centro del campo para depositar un ramo de flores y el balón con el que se ha jugado el último partido. Ha sido entonces cuando ha comenzado esa cerrada ovación de cien segundos que ha finalizado con gritos de 'Athletic, Athletic' y decenas de bufandas ondeando en las gradas. Este acto, según ha anunciado el club rojiblanco, ha servido como "aperitivo" al cierre definitivo de San Mamés, que se producirá el 5 de junio con un partido entre el Athletic y una selección de jugadores vizcaínos.