Él es designado por la Providencia para que haga las veces de padre del Señor. Su vida en el hogar de Nazareth, transcurre entre Jesús y María. Él es el siervo bueno y fiel del Evangelio, que ha cuidado con esmero de su Esposa e Hijo para que el plan divino llegue a todos los hombres. Su vida siempre supone fidelidad, como cuando la Virgen está encinta y él se la lleva a Belén, donde Ella dará allí a luz a su Hijo Primogénito. Su protección está asegurada en el Portal, en la huida a Egipto y en la casa de Nazareth. Él es fiel cumplidor de la Ley cuando presenta a su Hijo en el templo para cumplir con lo que dijo Dios por medio de Moisés acerca de cómo consagrar a todos varones recién nacidos. Cumplida su misión entra lleno de dones en el Reino de Dios. San José entra en el devocionario de la Iglesia el siglo IX. Gregorio V instauró la festividad de precepto el 19 de marzo, Pío XII le nombró Patrono de la Iglesia Universal y el Papa Juan XXIII le introdujo en el canon de la Misa. Es Patrono también de las vocaciones sacerdotales, por lo que también es el Día del Seminario y es el abogado de la buena muerte. Iconografía: se le representa ocn el Niño Jesús en sus brazos. Otros Santos: Marcos, Cándido y Quintila.