Él sería precisamente quien lograse que el Obispo hispalense concluyese su obra más relevante: las Etimologías. A lo largo de veinte tomos, recoge todo el saber procedente de sabios cristianos como paganas. Esta inapreciable publicación fue consultada tanto por cristianos, como por musulmanes y resultó un gran avance en la reflexión y la sapiencia de la época. San Braulio es el artífice de los títulos de dicha obra. Durante su ministerio tuvieron lugar el Concilio V y VI de Toledo. En ellos se dictaron importantes normas que favorecieron la autoridad real, así como otras cuestiones de tipo eclesial y litúrgico. Además se pidió que los Pastores de la Iglesia, tuviesen parte en la elección de los reyes, evitando el acceso a aquellos que no perteneciesen a la nobleza goda. Entre sus publicaciones, se encuentran las Actas de los Mártires de Zaragoza y otras 44 cartas, conocidas por toda Hispania. Este defensor de la unidad y de la Fe, muere entregando su alma a Dios. Iconografía: Se le representa con la Mitra símbolo de su dignidad episcopal. Otros Santos: Pedro, Sabino y Teodosio.