Cristo promete esa ayuda especial a quienes profesen una gran devoción a su Corazón Divino. No obstante, esta Devoción ha existido en la Iglesia desde los primitivos tiempos. Muchas son las referencias al Amor Divino en la Escritura: “Cuando vieron que estaba muerto, no le rompieron un hueso para que se cumpliese la Escritura, sino que uno de los soldados le clavó la lanza en el costado. Y al punto salió Sangre y Agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero”. Dos son las expresiones de correspondencia al Señor en este Misterio: Amor por lo muchos que Él nos quiere y desagravio por las ofensas que recibe diariamente a causa de los pecados de la humanidad. “Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, y Yo os aliviaré. Aprended de Mí que soy Manso y Humilde de Corazón, porque mi Yugo es llevadero y mi Carga ligera”. “Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo para que caminéis según mis preceptos. Arrancaré vuestro corazón de piedra y os daré un corazón de carne”. “Yo soy el Buen Pastor, que da la vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este redil, y a estas, también las tengo que atraer, para ser un único aprisco”. Iconografía: La representación es Cristo con los brazos extendidos o mostrando su Corazón coronado de espinas. Otros Santos: Juan de Sahagún, Onofre y Antonina .