El base español Ricky Rubio, que por segundo año consecutivo jugó el Partido de las Promesas, esta vez consiguió la victoria con el equipo de Chuck que se impuso por paliza de 163-135 al de Shaq, y disfrutó al máximo del evento celebrado en el Toyota Center, de Houston (EEUU), en la primera jornada de la 62 edición del Fin de Semana de las Estrellas. Rubio, que fue titular, aunque jugó sólo 16 minutos, fue el que generó los mejores pases de la noche y junto al base Isaiah Thomas, de los Kings de Sacramento, lideraron al equipo al repartir 10 asistencias cada uno. "He disfrutado mucho, todo, porque se trataba de eso, de pasarlo bien y lo he conseguido", declaró Rubio al concluir el partido. "Además, me sentí más cómodo y sólo pienso en el futuro, y que todo va a bien con relación a mi lesión". En cuanto a la gran labor que realizó su compañero de equipo Kenneth Faried, de los Nuggets de Denver, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) después de anotar 40 puntos, y con el que se entendió a la perfección en los pases, Rubio dijo que le gustaría tenerlo de compañero en su equipo profesional. "Sí, es un ejemplo, cualquier rookie o jugador tendría que actuar con la misma garra que lo hace él cuando está en el campo y llegas a la liga", destacó Rubio. "Es la única manera de demostrar que quieres hacerte un nombre". Rubio dijo que Faried tiene una garra especial, que lucha desde el primer día y es un jugador que pelea cada balón, inclusive en partidos en los que no hay nada en disputa. El jugador de El Masnou reiteró que tiene más experiencia, conoce mucho mejor todo lo que sucede en la liga y de ahí que ahora ya pueda disfrutar cada partido. "La lesión me permitió tener tiempo para ver mucho baloncesto y me ayudó para aprender mucho, de ahí que cada vez me sienta más cómodo en todo lo que hago en el campo", agregó.