El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha emplazado a la UE a afrontar ya la crisis del sur de Europa y a hacerlo de forma distinta a como se está haciendo, y ha advertido: "No sé cuánto más vamos a aguantar".Junto al vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, y los líderes de los partidos socialistas de Francia y Portugal, Harlem Désir y Antonio José Seguro, respectivamente, Rubalcaba ha participado en la jornada "Ganarse Europa", uno de los cinco encuentros temáticos que los socialistas celebrarán antes de la conferencia política de octubre. Durante su intervención, Rubalcaba ha apostado por que la socialdemocracia europea abandere un impulso que haga avanzar a la UE, y tras tranquilizar a Almunia sobre el camino europeísta que van a seguir los socialistas españoles, ha mostrado incluso su disposición a cambiar el nombre del PSOE para incluir la vertiente europea. Su propuesta sería que pasase a denominarse Partido de los Socialistas Europeos-PSOE, aunque fuentes socialistas han explicado que esa modificación probablemente tendría que aprobarse en un congreso federal. Todos los asistentes a la jornada han subrayado el momento crucial que atraviesa la UE y el riesgo de desmembración si no se camina hacia "más Europa", al tiempo que han alertado sobre los estereotipos entre norte (los opresores) y el sur (los vagos), tal y como lo ha definido la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Unas cuatrocientas personas participan hasta esta tarde en este diálogo, ya sea en persona o a través de internet mediante la etiqueta "#GanarseEuropa", convertida en tendencia en las redes sociales. En su alocución, Rubalcaba ha reclamado que se celebre una cumbre europea para hablar del empleo de los jóvenes que reúna a las autoridades comunitarias y a los sindicatos y la patronal europea, y ha hecho especial hincapié en recuperar el proyecto social de la UE para recobrar la confianza en la Unión, ahora "muy quebrada". Persuadido de que quienes han perdido el debate de los presupuestos de la UE para el periodo 2014-2020 son "los europeístas", ha juzgado que sólo se va a convencer a los españoles de que merece la pena seguir avanzando si la UE vuelve a su contenido social. Entre sus propuestas también se encuentra aplazar cinco años el plan de estabilidad para conseguir el objetivo de déficit del tres por ciento y aumentar gradualmente el presupuesto de la UE, sin olvidarse de la necesidad de "pelear seriamente" contra los paraísos fiscales, que le producen "una indignación completa". "A los paraísos fiscales se va la riqueza y en los países se queda la pobreza", ha lamentado. Por otro lado, Rubalcaba se  ha mostrado convencido de que las instituciones europeas tienen un grave problema de credibilidad, al igual que las nacionales, porque los ciudadanos quieren que resuelvan sus problemas, que son la crisis y la falta de empleo, y no lo hacen.Rubalcaba ha disentido de la opinión de Almunia sobre el papel del Banco Central Europeo (BCE) en la compra de deuda soberana, aunque no ha querido entrar en debates sobre este punto. Y es que, según Almunia, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en septiembre que estaba dispuesto a comprar deuda pública en el mercado para bajar "las puñeteras primas de riesgo", pero "está esperando a que alguien se lo pida, y no se lo ha pedido nadie".Almunia ha considerado que la desafección de la ciudadanía hacia la UE no se puede desligar de la que esos mismos ciudadanos tienen hacia las instituciones nacionales de cada país, ya que la pérdida de confianza "es igual o mayor".Europa es, a su juicio, una de las caras de la moneda. "Y la otra cara de la moneda -ha apostillado- es la democracia".Ambos son problemas "extraordinariamente serios", ha dicho Almunia, porque pueden ser "el semillero más perverso del populismo", que es a su vez el enemigo mayor de la democracia porque da lugar a xenofobia y a enfrentamientos de unos ciudadanos con otros.Después de precisar que no está en contra por sistema de reformar los tratados, ha apuntado que lo que no debe hacerse es "empezar la casa por el tejado", y en Europa, "por desgracia", la experiencia demuestra que en otras ocasiones se ha hecho así, sin explicar antes a las opiniones públicas nacionales la necesidad de los cambios.También ha dejado claro que "Europa estuvo arrodillada ante los bancos, pero ahora no lo está", si bien ha admitido que a veces se transmite esa impresión por la lentitud en la toma de decisiones.Pero eso se debe, ha incidido, en la dificultad de poner de acuerdo a los 27.