Para la que fuera corresponsal de RTVE estos movimientos responden a una “rutina”.  “Se crean  crisis para que les paguen por desactivarlas”. En cualquier acaso advierte de la “complejidad” de estos temas. “Se utilizan en los juegos de intereses internaciones”. “Hay que preguntarse porqué salta ahora esto y qué se está tratando de disimilar”.

Corea del Norte es “un parque temático estalinista, tremendamente cerrado, el país del mundo que he visto mas aislado y sin contacto con al realidad exterior”, recuerda la periodista de su estancia en este país. “Desde que llegué tuve que entregar mi ordenador y mi teléfono móvil. Tenía dos personas que me vigilaban constantemente. En el hotel que había para extranjeros me llamaban por la noche dos veces para comprobar que no me había escapado”. “Es un régimen que basa su supervivencia en que sus ciudadanos no sepan nada de lo que ocurre fuera”.

Calaf ya no es corresponsal y no lo echa de menos. “Yo misma estoy sorprendida. La vida  son etapas y ahora estoy dedicada a una primera línea de defensa del periodismo riguroso. Hay que contar a la gente la importancia del periodismo de calidad, plural, de rigor, sin él no somos capaces de defender nuestros derechos”. Un tipo de periodismo que en su opinión  “no se está ajerciendo en España”, aunque conviene “no generalizar”.

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