La victoria de la Roma 3-2 ante Udinese se produjo, sobre todo, al papel decisivo del meta local Morgan de Sanctis, que evitó hasta en tres ocasiones el posible empate de un Udinese que hizo méritos suficientes para haber logrado algo más en su visita al Olímpico de Roma. Ni el gol de Francesco Totti, que, tras cuatro partidos ausente por lesión, adelantó al Roma a los 22 minutos, evitó el sufrimiento a los locales, que añoraron en exceso el equilibrio que le aportan el sancionado Daniele De Rossi y el lesionado Kevin Strootman. Antes, un gol en el minuto 90 del argentino Gonzalo Higuaín permitía al Nápoles doblegar al Torino (0-1). La falta de acierto del conjunto local, que encadenó su cuarto encuentro consecutivo sin marcar, permitió al Nápoles sumar tres puntos importantísimos en la pugna que los de Rafa Benítez mantienen con el Roma por el segundo puesto del campeonato. El triunfo, sin embargo, no puede ocultar los problemas ofensivos del conjunto napolitano, que no logró disparar entre los tres palos hasta los siete minutos de la segunda mitad, cuando Higuaín puso a prueba al meta Daniele Padelli con un remate desde la frontal del área.