Con motivo de la convocatoria de la Junta Directiva de la Reserva de la Biosfera, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, ha expresado la satisfacción del Gobierno de La Rioja por haber conseguido esta renovación que “es un logro compartido por todos los vecinos, profesionales, entidades y asociaciones que han confiado en el potencial de un zona que acoge 40 municipios y un sinfín de recursos”. Desde que se concediera esta distinción en el año 2003 han sido muchos los beneficios que ha reportado, según ha destacado Nagore, ya que, no sólo es una apuesta por un modelo de desarrollo sostenible en el ámbito rural, sino que “se ha convertido en un valor añadido en la promoción de estos valles desde el punto de vista empresarial, turístico y medioambiental”. En cuanto al Plan de actuaciones 2014-2015, desde la Dirección General de Calidad Ambiental se llevará a cabo la determinación de la huella de carbono de los municipios de la Reserva de la Biosfera con objeto de inventariar las emisiones de gases de efecto invernadero, identificar de la capacidad sumidero de estas localidades y valorar las medidas de reducción. También se quieren establecer las bases para que otras organizaciones puedan compensar su huella de carbono en actuaciones dentro de la Reserva. También se va a trabajar en un proyecto de fenología, la ciencia que estudia la relación entre los factores climáticos y los ciclos de los seres vivos, que se ha impulsado desde el organismo autónomo de Parques Nacionales para la red Reservas de la Biosfera españolas. Pretende estudiar cómo cambian las fechas en las que se suceden diferentes fenómenos naturales como la migración, reproducción, floración, fructificación o aparición de insectos. Así, y a través de una selección de bioindicadores entre los que en nuestro territorio figuran las abejas, el olivo y las grullas, se pretende determinar el efecto del cambio climático en todo el país. Durante el próximo otoño, se impartirá formación sobre este proyecto tanto a los escolares de los institutos de Arnedo, Cervera del Río Alhama y ‘La Laboral’ de Logroño; como a los habitantes de dos municipios de la reserva, para que puedan aprender los mecanismos de recogida de datos e implicarles con el proyecto.