Para el secretario general  de CENAE(Confederación Nacional de Autoescuelas), Rubén Castro, los radares “no son malos siempre y cuando persigan cumplir la ley como medida disuasoria y no con fines recaudatorios”. 

El borrador del anteproyecto del real decreto por el que se modifica el Reglamento General de Circulación recoge la prohibición de los radares además de la reducción de la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales con arcén de 1,5 metros, establecida actualmente en 100.

Además en algunas calles urbanas se plantea reducir la velocidad de 30 a 20 kilómetros. “Hay estudios que demuestran que los atropellos a partir de  una cierta velocidad tienen consecuencias irreversibles. Si la velocidad es mas baja, las lesiones serian menores", advierte Rubén castro.

La velocidad máxima en algunos tramos de autovías y autopistas podría ser de 130 kilómetros por hora si cumplen unas determinadas condiciones, como que históricamente no se hayan registrado accidentes en esa parte de la vía, mientras que en muchas calles del país no se podrá circular a más de 30. De todas maneras este proyecto no es definitivo, que puede variar y que alguien "lo ha puesto en circulación de forma desordenada creando confusión".

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