A partir de ahora, se abre en el PP vasco un escenario que muchos recuerdan al que protagonizó María San Gil en mayo de 2008. En aquel entonces, aquel 21 de mayo, fue Mariano Rajoy el que trató de convencer a San Gil de que no abandonara la presidencia del PP en el País Vasco pero ella lo tenía asumido. No compartía el rumbo que había tomado, según ella, la dirección nacional del PP.Ahora, con la segunda presidenta que renuncia al cargo en los últimos siete años (en medio ha ejercido el cargo, Antonio Basagoiti), los populares vascos abren un doble escenario. Por un lado, podría ser la Ejecutiva actual la que nombre un nuevo presidente o presidenta. Por otro, se podría esperar a que pasen las elecciones generales y ser la actual secretaria general, Nerea Llanos la que asuma el liderazgo hasta celebrar un congreso extraordinario, de donde saldría el nombre del máximo responsable de la formación.De momento, el presidente del PP en Guipúzcoa, Borja Sémper ha pedido a Génova que “no tutele” el proceso de renovación. Lo hacía esta mañana en los pasillos del Parlamento vasco.El nombre de Sémper es uno de los que se barajan como posible sustituto de Quiroga. Sobre la mesa también el del ex diputado general de Álava, Javier de Andrés, que contaría con el apoyo del sector alavés, el más crítico hasta ahora con Quiroga y que cuenta con línea directa con Génova.Sémper considera que la sociedad debe superar la imagen de un PP vasco tutelado por Génova. Para el presidente del PP vasco, “hay que tomar decisiones urgentes” y la decisión del nuevo presidente la deben tomar los militantes.