Durante su alocución el Pontífice ha recordado que esta Solemnidad es de forma especial, la Fiesta de la Iglesia de Roma, fundada sobre el martirio de estos dos Apóstoles. Dando un paso más allá, ha dicho también que este día es también una fiesta para la Iglesia Universal. Francisco destacó que la Providencia quiso que ambas figuras -Pedro y Pablo- estuviesen unidas por el derramamiento de sangre. Por este motivo la iglesia de Roma fue enseguida un referente para todas las Iglesias del mundo debido a la Fuerza del Amor de Cristo que residía en ella. De esta forma, esta Gracia de Cristo tocó a Pedro para confesarle y derramar su sangre, y a Pablo para convertirse y dar la vida también. Por último, el Papa ha mostrado la gran alegría de creer en un Dios que es todo amor y todo gracia. Antes de rezar el Ángelus, el Pontífice ha saludado al Patriarca Bartolomé I y ha rezado por él y por esa Iglesia. Tras rezar la Plegaria Mariana, el Papa ha recordado también a cuantos peregrinos estaban allí congregados.