Ricard Pruna, médico del Barcelona, ha explicado hoy que la lesión que Lionel Messi sufrió en el bíceps femoral de la pierna derecha el pasado 2 de abril ante el París Saint Germain no tenía importancia, pero la necesidad de hacerle jugar el tramo decisivo de la temporada impidió curarla con celeridad. "Si la lesión de Messi hubiese sido en diciembre, no habría pasado nada, pero estábamos en el tramo decisivo de la temporada y la fuimos curando mientras jugaba y entrenaba, algo extremadamente difícil, porque una lesión muscular lo que necesita es descanso", ha señalado. Pruna ha querido dejar claro que lo de Messi era "una lesión leve, pero difícilmente gestionable" por inoportuna. "Cuando miras más el calendario que la lesión ya vas a contracorriente", ha declarado. Y que fue una recuperación "con tantos altibajos" la que minó "la confianza" del astro argentino en la decisiva eliminatoria contra el Bayern de Múnich, más que la lesión en sí, ya que Messi "no se sentía en forma". En cualquier caso, el doctor Pruna ha enviado un mensaje tranquilizador sobre el estado físico del 'crack' de Rosario: "Messi se fue con Argentina con el alta médica. Allí han colaborado mucho en su recuperación y creo que el jugador llegará a tope a la pretemporada".