La universidad de Pekín junto con la universidad de Michigan han realizado un estudio sobre esta cuestión. Han verificado las notas, los ingresos familiares y los niveles educativos, y han establecido que esta ventaja no radica en su inteligencia, ni en sus niveles económico, sociales o culturales. Simplemente las familias les inculcan una cultura de mayoir esfuerzo, de triunfo y superación. Cho Ha, es coreana, lleva 26 años en España y tiene un hijo de 18 años que estudia economía y matemáticas en el Reino Unido y toca el violín. Cho ha explicado que la educación del niño no empieza a los 8 años como en España, sino en el embarazo porque cuando están en la tripa de su madre escuchan música clásica. Mientras que la educación infantil empieza en España a los 3 años, en Corea es para los recién nacidos. Cho explica que cuando el niño ha crecido, en España le mandamos al parque con un bocadillo, algo que ella no entiende. En cambio, Cho apuesta por la cultura asíática, es decir, después del colegio el niño debe estudiar dos horas en casa para fijar los conceptos que ha aprendido en la escuela ese día. La cena también se adelanta, a eso de las 19:00, porque luego toca el repaso de las materias del día siguiente. Cho asegura que hay tiempo para todo. Los fines de semana los asiáticos tienen el sábado como día libre, pero el domingo hay que hacer una preparación para el lunes.