El brasileño del Real Betis Paulao Santos afirmó que fue "honesto" cuando pidió el cambio en el partido de ayer ante el Rayo (3-1), tras dos graves errores que le costaron los dos primeros goles a los béticos, y aseguró que no lo hizo para quitarse "de en medio", sino "para no perjudicar más al equipo". "Sé que hay gente enfadada, pero la gente que me conoce sabe cómo soy y no soy de quitarme de en medio. Estaba mentalmente jodido y pedí el cambio para no perjudicar más al equipo. Pensé: 'hay que ganar, y yo cada balón que cojo, fallo'", explicó a Betis TV el central bético, que fue sustituido en el minuto 31 por Vadillo. Ante la polémica creada por su decisión de pedir ser sustituido después de dos errores garrafales seguidos, al dejar el primer gol en bandeja a Rochina y luego marcar el 2-0 en propia meta, Paulao, muy afectado por lo ocurrido, precisó que ha querido hacer estas declaraciones para dar "la cara" y relatar qué pensó en ese momento, en ningún caso "para quedar bien o mal, ni para vender humo". "Estoy aquí dando la cara para explicar qué pasó por mi cabeza. Mentalmente, después de los dos fallos tan seguidos, me fui del partido. Tenía esa impresión, y creo que fui honesto. No estaba centrado en el partido y pensé que había jugadores que podían aportar más al equipo que yo en el momento en que estaba", recalcó. El defensa, que dijo que entiende el aluvión de críticas que está recibiendo e incluso el enfado que el hecho que protagonizó ha provocado en la afición, admitió que "es la peor situación" que ha "vivido en un campo" en toda su carrera, "y la decisión, también". "En fútbol, ser honesto cuesta mucho, y yo lo fui. No podía más y estoy pagando la factura, pero no quise mentir ni engañar simulando que estaba bien", destacó, y añadió que "la repercusión ha sido más grande por el gesto", cuando podía haberlo hecho "de otra forma, con la mirada, y la gente quizá lo habría entendido". Así, señaló que si hubiera querido taparse, habría pedido el cambio con una mirada y no con un gesto tan ostensible, y comentó sobre su primer fallo que "fue una jugada muy rara". "Pensaba que estaba solo. Mi primer pensamiento fue pegar un pelotazo, pero escuché a Adán pidiéndomela de cara y se la di corta...", declaró. El brasileño no quiso lanzar ningún mensaje a aquellos que ponen en duda su profesionalidad por pedir el cambio. "Me toca aguantar los palos", reiteró el central, que no encuentra una explicación a su actuación en Vallecas, pues dijo que estaba bien y tenía confianza. "Mis compañeros saben cómo ha sido mi comportamiento. Hay personas que se quitan de en medio de otra forma. Fui honesto, podía haber seguido fallando, fallando, fallando... Tenía la sensación de que era lo que iba a ocurrir", explicó, además de agradecer el apoyo de sus compañeros y de la gente que le ha dado ánimos. "Los fallos están ahí, soy un ser humano", agregó, y pidió "perdón" a los béticos "que se enfadaron" con él. "Siempre he intentado darlo todo por la afición, el club, los compañeros", aseveró Paulao. Dijo que ahora decidirá el técnico, pero que él no le pedirá no jugar más en lo que queda de liga, pues está "preparado para volver" a hacerlo. "La situación es muy, muy, muy dura para mí, pero qué hago. Ahora tengo que demostrar que no soy el que la gente está pensando, un cobarde o un mentiroso. Tengo que dar la cara", concluyó.