Tanto, que es la autora del bestseller Francisco. Vida y revolución, editado en España por La Esfera. Tanto, que el Padre Jorge bautizó a sus dos hijos… cuyo padre, el veterano vaticanista irlandés Gerard O’Connell, hizo de fotógrafo durante la entrevista en la habitación 201 de Santa Marta.

“He escrito una encíclica, la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso”. El papa responde así cuando Elisabetta Piqué le pregunta por qué cree que hay sectores que están desorientados, que dicen que “la barca está sin timón”, sobre todo después del reciente sínodo sobre la familia.

En esta larga conversación, que duró 50 minutos, surge también la cuestión de los cambios, con sus partidarios y sus detractores. Afirma la periodista: “Después de poco más de 20 meses, esta resistencia, silenciosa al principio, parece ser más evidente”. Y él contesta: “La palabra la dijo usted. Las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo, que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas, es muy sano”. Y añade: “Considero las resistencias como puntos de vista distintos, no como cosa sucia. Tiene que ver con decisiones que por ahí tomo, eso sí. Pero no estoy preocupado porque sería anormal que no existieran puntos divergentes. Sería anormal que no saliera nada”.
Piqué pregunta directamente: “¿Lo que se encontró haciendo limpieza es peor de lo que se esperaba?” El papa responde: “Dios en eso es bueno conmigo, me da una sana dosis de inconsciencia. Voy haciendo lo que tengo que hacer”.

¿La reforma de la curia? “Falta mucho todavía. Lleva mucho tiempo, no estará lista en 2015 porque se va haciendo a pasitos”.
El próximo 17 de diciembre es su cumpleaños, ¿lo festejará con los sintecho como el año pasado? “Yo desayuné con todo el personal de la casa, contesta el papa, y estaban los sintecho ahí. Pero yo no los invité, me los trajo el limosnero. Son de esas cosas folclóricas que me cuelgan ahí. Este año, como cae en miércoles y hay audiencia, almorzaré con todos los empleados de la casa. Para mí va a ser un día totalmente normal”.

Esta parte troncal de la entrevista completa puede leerse aquí

Pero también hay un apartado dedicado específicamente al sínodo de octubre. Con palabras claras sobre los divorciados vueltos a casar o sobre la relación de las personas homosexuales con sus familias: “Nadie habló de matrimonio homosexual en el sínodo, no se nos ocurrió. Lo que sí hablamos es sobre una familia que tiene un hijo o una hija homosexual, cómo lo educa, cómo lo lleva, cómo se ayuda a esa familia a llevar adelante esta situación un poco inédita (…) Eso es lo que se tocó en el sínodo. Por eso alguno habló de elementos positivos en el primer borrador. Pero era un borrador relativo”. “Una cosa interesante, que dije en el discurso final también, es que no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Y en el caso de los divorciados y vueltos a casar, nos planteamos: ¿qué hacemos con ellos, qué puerta se les puede abrir? Y fue una inquietud pastoral: ¿entonces le van a dar la comunión? No es una solución si les van a dar la comunión. Eso solo no es la solución: la solución es la integración (…) Kasper lo que hizo fue decir: “Busquemos hipótesis”. Es decir, él abrió el campo”.

Las palabras completas del papa se pueden leer aquí

Y aún hay una tercera parte, en la que el papa contesta a cuestiones directamente relacionadas con Argentina.
Entre otras cosas, afirma: “Quizás iré en 2016. No en 2015, ya que ese año está el proyecto de viajar a tres países de América latina que prefiero no decir aún y también a algunos países de África”. Así lo resume La Nación

Pero estamos hablando de una larga charla entre amigos en una tarde lluviosa. No podían faltar las impresiones personales, más allá del ámbito estrictamente oficial:

La entrevista impresa ha sido publicada en La Nación este domingo, en vísperas de la Inmaculada y del día grande de la Virgen en América: 12 de diciembre, Guadalupe.