Miles de personas se han dado cita en el Vaticano para rezar con el Santo Padre el Ángelus, correspondiente a este domingo 13 de enero, Fiesta del Bautismo del Señor, con el que se pone fin a los días del Nacimiento de Cristo, ya que mañana se inicia el Tiempo ordinario.Durante su alocución, Benedicto XVI ha señalado al Niño que hemos contemplado estos días pasados en el Pesebre, hoy sumergido en las aguas del Jordán. El Santo Padre ha explicado que el Butismo de Juan es un signo de preparación para la Venida del Mesías, pero que no tiene carácter sacramental. También ha destacado que si Cristo se hace bautizar, no es porque tenga pecado, ni que convertirse, sino que este gesto es para inaugurar su Vida Pública. El Pontífice ha recorrido el Pasaje del Bautismo de Jesús, siguiendo el Evangelio según San Lucas, que se lee hoy en las Misas, y se ha detenido en el momento en que aparece la Voz del Padre en la nube y el Espíritu Santo, en forma de Paloma. Sobre esto, ha dicho que nos enseña a renacer de lo Alto y de la Gracia.Tras el rezo del Ángelus, el Pontífice ha recordado a tantos emigrantes en esta Jornada Mundial de las migraciones. También ha tenido palabras de gratitu para quienes trabajan en este campo pastoral y ha puesto a María como intercesora.