El Papa ha recibido en audiencia, en la sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, a los representantes de las iglesias y comunidades eclesiales cristianas y de otras religiones que este martes, 19 de marzo, asistieron a la solemne misa con la que se abrió su pontificado."La Iglesia católica es consciente de la importancia que tiene la promoción de la amistad y del respeto de diversas tradiciones religiosas", ha expuesto el Santo Padre.En nombre de los asistentes habló el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, que no venía a Roma desde hace 1000 años."Deseo asegurar mi firme voluntad de proseguir con el diálogo ecuménico", afirmó el Papa, que en la misma línea que los anteriores insistió en la urgencia de que todos los cristianos "seamos una sola cosa", para que puedan testimoniar de manera "libre, alegre y valiente" el Evangelio. "Será nuestro mejor servicio (la unidad) en un mundo de divisiones y rivalidades".