El duelo entre el veterano mariscal de campo Peyton Manning, de los Broncos de Denver, y el joven Cam Newton, de los Panthers de Carolina, centrará toda la atención en la Super Bowl 50 que este domingo se va a disputar en el moderno Levi's Stadium de Santa Clara (California). El evento deportivo más importante del año en Estados Unidos, que celebra su 50 aniversario, tendrá en el terreno de juego a los dos mejores equipos de la temporada regular en la Conferencia Americana (AFC) y en la Nacional (NFC). Ambos equipos también se presentan con la mejor defensa que tienen los Broncos, clave a la hora de superar a los Patriots de Nueva Inglaterra, y la mejor ofensiva, en poder de los Panthers, que arrollaron a los Cardinals de Arizona en los respectivos partidos por los títulos de la AFC y de la NFC. Manning, de 39 años, que podría estar ante el último partido de su brillante carrera profesional, representa la experiencia y a toda una generación de mariscales de campo con un brazo excepcional, gran inteligencia y liderazgo en el campo, de ahí que tenga el apodo del 'Sheriff' y busque dejar establecido su legado para siempre. A pesar de haber estado a punto de retirarse en el 2011 cuando sufrió dos operaciones de cuello y los Colts de Indianápolis no quisieron renovarle su contrato, Manning recibió una segunda oportunidad con los Broncos y en cuatro temporadas con ellos los ha llevado dos veces a la Super Bowl, de las seis que han disputado en toda su historia. Manning buscará su segundo título, después del logrado con los Colts (XLI, 2007) lo que le convertiría en el primer mariscal que lo consiguiese con dos equipos diferentes. Las apuestas no están a favor de los Broncos, tampoco lo estuvieron cuando se enfrentaron a los Patriots de Tom Brady, pero el equipo de Denver con el entrenador en jefe Gary Kubiak, y el coordinador defensivo Wade Phillips, están convencidos de que tienen la mejor oportunidad como profesionales de alzarse con el trofeo Vince Lombardi. Eso mismo esperan conseguir los Panthers, con menos experiencia ya que esta es solo su segunda Super Bowl, la anterior la jugaron en Houston, en el 2004, y perdieron ante los Patriots (32-29), pero esta vez llegan como grandes favoritos después de lograr una temporada de ensueño, cercana al invicto (15-1). Newton se presenta como la nueva versión de mariscal que a sus 26 años lo puede hacer todo bien con el balón en su poder tanto pasar por aire como correr y tras ganar el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga. El apodo de 'Superman' se lo ha ganado por méritos propios y ahora en su primera Super Bowl es consciente que está ante el gran partido de su corta carrera profesional. La ofensiva de los Panthers es la mejor de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y Newton su líder, pero la clave a la hora de poder superar a los Broncos estará en lo que haga su defensiva, que al final ante los Seahawks de Seattle fue decisiva en el partido divisional. Ron Rivera, el entrenador en jefe de origen latino, segundo en la historia de la NFL que buscará un título después que lo lograse el legendario Tom Flores, sabe más que nadie de la importancia de la defensa porque el la jugó con los Bears de Chicago y consiguió también el trofeo Vince Lombardi. De ahí que sabe que jugadores como Luke Kuechly y Thomas Davis, probablemente el mejor dúo de apoyadores internos de la NFL, serán determinantes frente a Manning y la ofensiva de los Broncos al forzarles las perdidas de balón y capturar balones. La línea defensiva tiene también de pilares a dos de los jugadores más subestimados como son Star Lotulelei y Kawann Short, quien lideró los tackles defensivos con 11 capturas. Mientras que en los extremos, Jared Allen y Charles Johnson también le han dado a la defensa de los Panthers la consistencia que necesitaban después de la salida de Greg Hardy, el jugador más talentoso que tenían. Ante esta igualdad de fuerzas con Manning y Newton, ambos seleccionados como números uno en sus respectivos draft y ganadores del Trofeo Heisman, primera vez que se da en una Super Bowl, aunque las apuestas favorecen a los Panthers, los puristas de la NFL se inclinan más por los Broncos. Al margen de quién sea el campeón, los que ya han ganado han sido de nuevo los organizadores, el mundo de las apuestas legales e ilegales con más de 7.000 millones de dólares en juego y la economía local de la Bahía de San Francisco que recibirá unos ingresos de 800 millones de dólares. La CBS, cadena de televisión, que hará la retransmisión presentará lo último en la innovación tecnológica para que los más de 118 millones de personas que van a ver el partido a través de todo el mundo tengan unas imágenes únicas y al instante. Mientras que los anunciantes tendrán que pagar 4,8 millones de dólares por cada 30 segundos de los comerciales que vayan a salir durante la transmisión y que dejaran a la cadena unos ingresos de 377 millones de dólares. El espectáculo del descanso será más grandioso que nunca con la participación de la banda inglesa Coldplay, la cantante Beyonce y Bruno Mars, mientras que Lady Gaga interpretará el himno nacional. La seguridad alrededor del estadio es máxima con un despliegue sin precedentes de personal de seguridad de todas las agencias federales, estatales y locales que han establecido unos controles estrictos que impidan cualquier intento o acto terrorista como sucedió en ParísEl precio medio de las entradas para el partido es de 4.957 dólares, según el sitio SeatGeek de venta de entradas para eventos deportivos, ese precio es superior a los 4.672 dólares de media que se pagaron en mayo de 2015 por la competición de boxeo entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Joe Montana volverá a presentarse ante los aficionados para lanzar la moneda al aire antes del comienzo del partido. Mientras los equipos estarán ya en el campo con los uniformes que han seleccionado para el partido y que en el caso de los Broncos de Denver será blanco, de visitantes, ante los Panthers de Carolina que irán de negro. Clete Blakeman será el arbitro principal.