La afición malagueña, por su parte, ha correspondido a la disposición del diestro jerezano con una multitudinaria entrada en los tendidos del coso, superior a los tres cuartos, y ha disfrutado del espectáculo ante seis erales pertenecientes a la ganadería de El Torero.La organización del acto ha dado la bienvenida a Padilla con un mosaico en el que se reproduce la bandera pirata, en alusión al parche que luce en uno de sus ojos tras el percance que sufrió en Zaragoza en octubre de 2011.Con acciones como ésta, la escuela taurina malagueña ha querido acercar los toros a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los más jóvenes, con este espectáculo gratuito.Para que la clase fuera provechosa no solo para los alumnos participantes, sino también para el público en general, cada una de las acciones que se han ido sucediendo en el albero han ido siendo explicadas por el periodista Juan Ramón Romero.Junto a Padilla, han participado en la clase práctica el novillero con picadores malagueño Luis Rivera, que resultó silenciado tras errar con los aceros, y los alumnos de escuelas taurinas José Cabrera, de Almería (oreja), Romero Campos de Córdoba (oreja), Eloy Hilario de Jerez (silencio) y el local José Antonio Lavado (vuelta al ruedo).Padilla ha estado muy atento a las actuaciones de cada uno de ellos, corrigiéndoles siempre que lo ha consideró preciso y aportando su experiencia después de haberse enfrentado durante años a las ganaderías más duras en las principales ferias.Como colofón, el último novillo de la tarde ha estado reservado para el diestro jerezano, que no ha defraudado a sus partidarios y se ha mostrado variado con el capote y con banderillas.Con la muleta, tras brindar al público, ha ofrecido su faceta más campera en una faena que se ha vivido con pasión desde los tendidos, sobre todo en sus compases finales en los que ha abundado en desplantes de rodillas.Tras pinchazo y estocada, ha paseado las dos orejas en una clamorosa vuelta al ruedo de despedida.