Con un calendario escueto en citas, el VI Festival del Mediterráneo que se celebra en el Palacio de las Artes de Valencia, comienza, el primer día de julio, con una cita musical de relumbrón: la primera de las cuatro representaciones que se van a dar de la anteúltima ópera de Verdi –“Otello”- en celebración del bicentenario del nacimiento del genial músico italiano. La batuta del director musical del festival, Zubin Mehta, asegura una cierta rutina de luja en un título que le va, y el reparto, encabezado por el tenor Gregory Kunde como el Moro de Venecia y la soprano Maria Agresta como la dulce Desdémona, presenta el aliciente de la reaparición en un gran papel verdiano, el de Iago, del prestigioso barítono malagueño Carlos Álvarez, retirado en los últimos años por problemas de salud vocal. Se estrenará, además, una nueva producción escénica, dirigida por Davide Livermore.También estos días nos visita la Sinfónica de Londres. Bajo la dirección de uno de sus principales directores invitados, el norteamericano Michael Tilason-Thomas dará un concierto el miércoles 5 de junio en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro del ciclo de Ibermúsica, con obras de Copland, Britten y Shostakovich.Recomendaciones discográficas.-El sello económico Brilliant Classics, distribuido en nuestro país por Cat Music, incorpora a su ya nutridísimo catálogo, una serie de registros muy interesantes procedentes de los fondos de Edel Records, es decir, los antiguos sellos Eterna y Berlin Classics. Y, en este caso, lo hace en forma de cajas compactas, que ofrecen mucha música por poco dinero y en poco espacio.  La primera de ellas, tiene como protagonista a Ludwig van Beethoven, pues se trata de la integral de sus dieciséis cuartetos de cuerda a cargo del poco celebrado pero extraordinario Cuarteto Suske: interpretaciones muy alemanas grabadas a lo largo de los años 70 y presentadas ahora en una caja de siete discos. La segunda, presenta  en nueve cedés lo más destacado de la obra orquestal del checo Antonín Dvorák en varias interpretaciones: sus nueve sinfonías a cargo de la excelente Staatskapelle de Berlín dirigida por Otmar Suitner –en versiones muy a la alemana, de poco sabor checo, pero de magnífica realización instrumental-, sus poemas sinfónicos y oberturas de concierto –en una interpretación, por contra, muy checa pero más desmañanada: la de la Filarmónica Janácek dirigida por Theodor Kuchar- y las danzas eslavas en una interpretación very british de la fantástica Royal Philharmonic dirigida por el discreto  John Farrer. Más homogénea y altamente recomendable es la caja de once discos dedicada a Max Reger, el último compositor del Romanticismo alemán; aunque hay un disco de música de cámara y dos de órgano, lo fundamental son las obras orquestales, servidas por magníficas orquestas sajonas “de toda la vida” (Orquesta de la Radio y Gewandhaus de Leipzig, Staatskapelle y Filarmónica de Dresde...) con batutas conocedoras y óptimas en este repertorio (Blomstedt, Suitner, Rögner, Konwitschny). Para terminar, una caja de sólo tres discos, pero que contiene, en grabaciones de los años 90, toda-toda la música de cámara del noruego Edvard Grieg; las interpretaciones son de músicos rusos poco conocidos pero muy solventes, como el violinista Alexander Vinnitsky, el cellista Alexander Rudin o el Trío de Moscú. Además de las 3 sonatas de violín, la de cello y el Cuarteto nº 1 se incluye un andante para trío y el inconcluso Cuarteto nº 2. Todos estos volúmenes son de los que “hacen discoteca” y presentan puntos de interés tanto para el conocedor de la música clásica como para el neófito que se acerque por primera vez a estos compositores.