Con la celebración de la Pascua del Enfermo en la Catedral concluye un itinerario que comenzó el pasado 11 de febrero con la Jornada Mundial del Enfermo. El Secretariado diocesano de Pastoral de la Salud fue el encargado de esta celebración en la Catedral. En el marco de la celebración eucarística, el Obispo impartió la unción a los enfermos a algunos de los presentes. Palabras del Obispo En su homilía, don Demetrio Fernández agradeció el trabajo que realizan todos los voluntarios que colaboran en la pastoral de la salud en el Secretariado y en las distintas comunidades y parroquias, y que consiste en dar “un valor redentor a la enfermedad y al sufrimiento”. Asimismo, explicó que el sacramento de la unción de enfermos es como un bálsamo que “viene a traer la salud del alma y del cuerpo”.