Un toro bravo. Así de simple. Para salvar un festejo. Para dar aire a un enfermo terminal como es esta Feria que languidece día a día en la Maestranza. Niñito, así se llamó este gran ejemplar de la ganadería de El Pilar. Sí, El Pilar. El trabajo bien hecho sigue dando sus frutos en el Puerto de la Calderilla. Cuando se busca la bravura total suele pasar este tipo de cosas, aunque otros se empeñen en el sota, caballo y rey que podríamos repetir de memoria...Altito de cruz saltó Niñito, estrechito de sienes y los pitones apuntando al celeste cielo sevillano. 'Aldenueva' total. Y como bravo se comportó en todos los tercios. Empujó en el caballo, se arrancó con alegría y distancia en el segundo puyazo y fue una locomotora de embestir. Descolgando, con clase, ritmo, profundidad y humillación. Qué más se puede pedir.Abriéndose entre muletazo y muletazo y con una fijeza enorme. Gran toro que cuajó a medias David Mora. Se relajó en el inicio de faena. Más estética que mando. Fue poco a poco centrándose el torero. Una tanda al natural fue la más lograda. Había ligazón pero faltaba rotundidad y mayor trazo a los muletazos. Las manoletinas finales, con ajuste y exposición. Pero la estocada viajó trasera y caída. Se pidió el doble trofeo aunque el palco acertadamente solo asomó un moquero blanco. Faltó el azul... Fue el cénit del encierro que envío a Sevilla Moisés Fraile con los dos hierros de la casa y que tuvo otros ejemplares de juego más que interesante. Y eso que no comenzaron bien las cosas.Salió malandado el primero de El Pilar. Lástima, porque el animalito tenía celo, quería coger con buen aire los capotes y empujó con riñones en el peto. Pero fue imposible mantenerlo en el ruedo tras entrar al caballo. El sobrero lució el hierro de Jandilla. Otras hechuras y feo estilo al embestir. Se puso Abellán por los dos pitones. Faena sin relieve ni visos de remontar en ningún momento. Se tragó algún natural el toro, pero sin entrega ni largura en su viaje.  Más acucharado de cuerna salió el cuarto, de Moisés Fraile. Otro toro exigente que embistió humillado y con su punto de casta. Abellán se mostró voluntarioso a secas y a veces sin encontrar el sitio. Destacó en la apertura de faena, pausada y con gusto y un circular ligado que acabó en redondo. Pero a la faena le faltó estructura y mayor apuesta.Muy en 'lisardo' salió el segundo con el hierro de Moisés Fraile. Toro a más, que embistió más y mejor cuanto más suave se le llevaba. Escribano fiel a sí mismo se fue a portagayola y banderilleó. Todo con más voluntad que brillantez. La faena fue un tobogán. A muletazos de buen trazo le seguían otros más tropezados y amontonados. Si casi eco en los tendidos, el trasteo del torero  tampoco remontó después con espada y descabello.Los dos toros de menos prestaciones se lidiaron en los dos últimos puestos. Se fue una vez más a la puerta de chiqueros Escribano con el enorme quinto. Un tren de 619 kilos que se movió al principio de la lidia pero acabó consumiéndose. Se dejó, pero sin emoción ni finales. El sevillano estuvo mucho tiempo en la cara del toro. Hubo reposo y temple pero faltó la emoción que pone la casta que en este toro no apareció.El sexto, ancho de sienes pero muy bien hecho, dejó sin opciones de redondear a David Mora. Sin clase ni casta, Mora lo intentó pero fue difícil armar faena con un toro que nunca quiso ganas de pelea. FICHA DEL FESTEJO Sevilla, jueves 8 de mayo de 2014. 8ª de Feria. Poco más de media plaza. Tres toros de El Pilar (3º, 5º y 6º) y dos de Moises Fraile (2º y 4º), desiguales de hechuras aunque fieles a su tipo. De buen juego los 'lisardos' de Moisés Fraile y un gran toro el 3º de El Pilar, bravo. Un sobrero de Jandilla (1º bis), descastado. Miguel Abellán, silencio en ambos. Manuel Escribano, silencio tras aviso y saludos. David Mora, oreja y saludos.