Este martes han coincidido en la inauguración del AVE a Gerona el príncipe don Felipe, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas. El acto se ha desarrollado con cordialidad y Rajoy ha subrayado el valor que la nueva línea tiene para acercar a las personas. El mensaje ha sido claro. En este momento en el que la Generalitat apuesta por la secesión, lo conveniente es acercar, no alejar a la gente.     La inauguración de hoy subraya la necesidad de un diálogo dentro de unos límites precisos. Rajoy acabó el año ofreciendo a la Generalitat diálogo para encontrar soluciones a las aspiraciones catalanas dentro del marco de referencia de la Constitución. Fue un acierto. Hay que explorar hasta la extenuación fórmulas para responder a las demandas catalanas siempre que las soluciones sean justas, respeten la solidaridad interterritorial y sean leales con el marco institucional. El Rey en la reciente entrevista concedida con motivo de su cumpleaños señaló con claridad que hay que evitar las políticas rupturistas.     Mas ha aprovechado el acto de hoy para asegurar que Cataluña es la Comunidad Autónoma que menos dotación de infraestructura tiene. La reflexión no era muy oportuna en un momento en el que, gracias al presupuesto del Estado, se pone en marcha una nueva línea de alta velocidad. Pero lo inteligente en este momento es no entrar en una dialéctica que alimente el victimismo, sino examinar racionalmente esa y otras reivindicaciones como la de las balanzas fiscales. Los números, los argumentos y la Constitución son la mejor respuesta.