"A nadie en su sano juicio se le ocurriría asesinar a su suegra en su trabajo"

"A nadie en su sano juicio se le ocurrirÃa asesinar a su suegra en su lugar de trabajo"La defensa de Miguel López, presunto asesino de la viuda del presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, califica de “novela” la acusación de la Policía.La acusación policial “no se sostiene por ilógica”, según el escrito del letrado José Antonio García. “Tiene estructura de novela: planteamiento (Miguel López es el autor), nudo (búsqueda de indicios en tal sentido) y desenlace (detención del acusado y puesta disposición judicial)”, leemos en las alegaciones.“A nadie en su sano juicio se le ocurriría programar la muerte de su suegra en su propio centro de trabajo, con la posibilidad de que cualquiera de los nueve empleados que se encontraban allí, cualquier cliente o viandante apareciese de repente en la escena del crimen”, dice el texto.El abogado de Miguel López asegura que más que ante una cadena de indicios la Policía, plantea una cadena de inferencias (se parte de un indicio para probar otro). “Como tenía licencia de armas pudo disponer de un arma, como pudo disponer de un arma pudo cometer el crimen”. Y así hasta llegar a destacar que “su padre era tornero”, cosa que niega la defensa, para atribuirle al acusado la habilidad de fabricar un silenciador para la pistola (algo nada fácil de realizar).La defensa habla de “voluntarismo de la Policía” y “contradicciones”: si el detenido es un “experto tirador” según el atestado, ¿cómo disparó con nerviosismo e inexperiencia, tal como dicen los investigadores? Después del crimen Miguel no regresó a “gran velocidad” a su casa, en contra de lo que dice el atestado. Tardó unos 10 minutos, “unos 42 segundos menos que la hermana de la fallecida, una mujer de 70 años”, aclara la defensa del único acusado.En el inicio de sus alegaciones, la defensa del presunto asesino niega que exista un móvil económico que justifique que el yerno sea el asesino. Y asegura que “la muerte de la madre en nada afecta a la titularidad o propiedad de la acción de oro de las empresas de la familia, pues Vicente Sala Junior es el destinatario final de la misma”, según el testamento de la asesinada. Más bien, cree la defensa del encarcelado que el asesinato precipita ese paso que, en principio, beneficia al hijo de la asesinada.Juan Baño, jefe de Interior de COPE

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