¿Cuál es el objetivo de este proyecto? Pues ni más ni menos que acercar a las personas con discapacidad intelectual a la música y ayudarles a descubrir sus posibilidades expresivas, convirtiéndoles en compositores e intérpretes, e integrándoles en una orquesta sinfónica durante un concierto. Mikel Cañada es el padre de esta idea y el director del proyecto; además también dirige el Departamento Socioeducativo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Para conseguir que estos chicos con discapacidad intelectual se integren en una orquesta sinfónica hay que recorrer un largo camino. La meta por así decirlo es el año 2017 cuando esas orquestas que forman estos chavales ofrezcan un concierto.Participan catorce orquestas sinfónicas españolas. Cada una de ellas trabajará en talleres durante todo 2016 con las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, que forman la comunidad “Mosaico” preparando la interpretación de la obra La Flor más grande del mundo, compuesta por Emilio Aragón y basada en el cuento homónimo de José Saramago. Posteriormente, a lo largo de 2017, cada orquesta creará su propio proyecto “Mosaico” que culminará en 2017 con un concierto en el que participarán los distintos grupos de trabajo.La música ese vehículo de integración para los discapacitados