Huelva, viernes 2 de agosto de 2013. 2ª de Feria. Casi tres cuartos de plaza. Toros de Jandilla, cómodos de cabeza y desiguales de hechuras y remate. Bajos de raza y manejables en conjunto. Morante de la Puebla, oreja y ovación tras dos avisos. Miguel Ángel Perera, ovación en ambos. Alejandro Talavante, oreja y ovación.Que Morante sigue sigue siendo punto y parte con el resto de toreros es algo claro y palmario. Que Morante sabe hacer y decir el toreo no es descubrir nada nuevo. Y que Morante continúa en un gran momento de inspiración y claridad es una alegría para cualquier aficionado. En Huelva ha vuelto a demostrar que está en plena forma física y mental, viendo toro constantemente y sintiéndose torero desde que hace el paseíllo. Y todo, pese a una corrida de Jandilla colaboradora en el último tercio pero escasita de presencia y fondo de casta.Descolgó desde que salió por chiqueros el primer Jandilla que permitió estirarae con gusto a la verónica a un Morante que construyó después una faena de más a menos con pasajes de toreo empacado y templado. A derechas todo, el sevillano hilvanó momentos de gran torería mientras el toro duró. La espada, eficaz aunque caída, posibilitó el trofeo para Morante.De nuevo salió el sevillano con ganas de estar delante de la cara del noble cuarto. Hubo compás con el capote y muleta en mano Morante se encontró muy a gusto siempre, toreando con el ritmo y el empaque propio del torero. Si hubo armonía al natural, tanto con el compa abierto como cerrado, en redondo de frente y en corto se sublimó Morante. Cuando parecía amarrado el triunfo tras una estocada arriba, se atascó el de La Puebla con el descabello perdiendo así la salida a hombros.Menos fuelle tuvo el segundo al que cuajo Perera de forma vistosa y variada con el capote tanto en el saludo como en un posterior quite. En la muleta hubo firmeza y temple mientras el toro quiso embestir. Pero el estado fuelle del astaso no permitió redondear la faena al extremeño, que restó méritos con un feo bajonazo.De nuevo se mostró firme Perera con el colaborador quinto. El de Puebla de Prior no se dejo tropezar nunca la muleta y siempre llevó la embestida de su oponente por abajo. Perera ratificó su ben momento de forma y también que esta no era su tarde con la espada. Varios pinchazos antes de la estocada dejaron de nuevo sin premio al torero.Muchos muletazos sumó Talavante en su primero. Templado, ligando y siempre con la pierna retrasada, el extremeño realizó una faena esforzada pero carente de alma y sentimiento con un toro que aguanto el metraje de la faena. Lo mejor, la estocada que dejó en todo lo alto y que ayudó a la concesión de la oreja.Más redonda y compacta fue su labor frente al sexto. Esta vez sí puso algo más de intensidad y alma a su faena Talavante, que se gustó en el toreo al natural aunque siempre con ese defecto, a veces exagerado de retrasar la pierna de salida. Tanto, que en una ocasión casi él mismo se hace la zancadilla al intentar cruzar ambas piernas por detrás. Un feo espadazo caído y contrario le cerró también la puerta grande.