Durante la entrevista, realizada por Álvaro Real y Manuel Bru, monseñor Salinas explicó que “en una isla, como Mallorca se evangeliza a través de la familia” y mostró que el hecho turístico ha cambiado el modo de convivencia y ha ofrecido una pluralidad de creencias y experiencias de fe. “Quien vive hoy la fe tiene unas raíces y una tradición, pero es una fe que hay que activar constantemente”, afirmaba.“A veces nos preguntamos: “¿Estaremos en el camino adecuado?”, se cuestionó el obispo de Mallorca, que recomendó el seguir a Jesús y la vida de los santos y el promover una verdadera comunión eclesial.Sobre la crisis, monseñor Salinas afirmó que ante el sufrimiento un obispo se encuentra muy limitado, pero puede ayudar mucho, porque sabe que este sufrimiento no es inútil. “Un obispo reza, sintoniza con los sentimientos e intenta articular e impulsar las acciones sencillas y humildes de Caritas”, explicó el prelado, que defendió el ofrecer un sentido a lo que ocurre a nuestro alrededor: “Los seres humanos necesitamos de un motor para vivir, un sentido para nuestra vida”.“Hay que acercarnos a la gente, no tener miedo al tú a tú”, explicó monseñor Xavier Salinas que no esta de acuerdo con la idea de una Iglesia lejana, que a veces se muestra en los medios de comunicación, sino todo lo contrario: “Se empeñan en querer decir que estamos muy mal y a lo mejor no estamos tan mal”, afirma: “La Iglesia es divina, pero también humana porque se encuentra en las debilidades del hombre”.