El nuevo vicepresidente es el cardenal Daniel DiNardo, de la archidiócesis de Galveston-Houston, en Texas. Mons. Kurtz, de 67 años, asume el puesto en un momento en el que los obispos tratan de defines nuevos acentos en la pastoral, tras la elección de Francisco como Papa. En los últimos años los obispos estadounidenses se han concentrado en la lucha contra el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los obispos también han combatido enérgicamente una disposición del gobierno de Barak Obama que requiere que los seguros de salud provistos por las empresas cubran los anticonceptivos. Decenas de organizaciones caritativas católicas y diócesis están demandando una exención religiosa de esta norma y se espera que el asunto llegue a la Corte Suprema. En los últimos tres años, Kurtz ha sido vicepresidente de la Conferencia Episcopal. Nacido en Pensilvania, el arzobispo tiene una gran formación en Teología y experiencia pastoral, que se remonta a sus años de sacerdote en la diócesis de Allentown, antes de ser nombrado obispo de Knoxville, en Tenessee. El Papa Benedicto XVI lo puso al frente de la Diócesis de Louisville, con 200.000 feligreses, en el año 2007.