Irene Picat, tiene dos gemelos de 5 años y vive en el pueblo. “Supongo que será lago genético aunque la leyenda habla de las propiedades del agua o del aceite de Artana”, bromea en La Mañana. “En casi todas las generaciones sale una quinta. En 2013 han nacido dos pares de gemelos pero hacía 4 o 5 años que no nacía ninguno".
Tal parece su efectividad que “muchas” son las personas que van a la localidad en busca de esta agua. Además, señala, “dicen que si una mamá es gemela no puede tener gemelos y aquí las hay gemelas con hijos gemelos. En mi familia tengo un caso”, advierte.
Pese a que popularmente en Artana se atribuye esta abundancia de gemelos y mellizos al agua de la fuente de la localidad, Jesús Vilar lleva años investigando esta coincidencia y las razones científicas ganan la batalla del sentido común.
Al parecer, durante el siglo XX se dieron muchos matrimonios entre primos en la localidad y la heredabilidad es uno de los principales factores para tener descendencia gemelar, aunque a la hora de concebir gemelos también influyen otros como la edad de la mujer o la nutrición.
Vilar cuenta con gran información sobre los gemelos de Artana, lleva años investigando y afirma que hay años en los que se daban cuatro o cinco parejas de gemelos y después una temporada sin ninguno.
Actualmente conviven en esta localidad una docena de parejas de gemelos, mientras una embarazada espera mellizos y otra, trillizos.
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