El Consejo General del Poder Judicial ha dado a conocer unos datos preocupantes sobre la situación de los matrimonios en España, donde no cesan de aumentar las separaciones y los divorcios, al tiempo que disminuye el número de parejas que deciden casarse tanto por la vía sacramental como por el registro civil. La estadística no entra en las causas profundas de esta crisis, que redunda en la inestabilidad de la familia y el descenso de la natalidad, un dato que no parece preocupar mucho a los partidos políticos. Es evidente que la crisis económica tiene que ver en este asunto, aunque lo más decisivo es el cambio cultural en nuestra sociedad llamada “avanzada”, entre cuyos rasgos destacan el miedo a la responsabilidad o la fidelidad que comporta el compromiso adquirido al contraer matrimonio.Este es uno de los problemas que está abordando estos días el Sínodo sobre la familia. También la sociedad civil se mueve para recuperar la cultura de la vida, la dignidad de la persona y la maternidad. A este propósito se va a celebrar en Madrid el próximo fin de semana un congreso de la Federación Española de Asociaciones Provida, con la convicción de que la vida es una carrera de fondo a la que no se puede tener miedo. En el futuro inmediato la familia, el cuidado de la vida y la fidelidad al compromiso contraído por las parejas que se casan, están llamados a ser un verdadero campo de labranza, en el que nos jugamos la vida buena de nuestra sociedad.