La Policía Local sorprendió al joven cuando todavía se encontraba en la vivienda tras recibir un aviso de un vecino en una guardia nocturna. Al llegar al domicilio, se encontraron la puerta entornada. Tras identificarse como agentes y no obtener respuesta, entraron y encontraron al adolescente descalzo en la cocina. El joven reconoció que no vivía allí pero que había entrado al encontrar la puerta abierta. Los dueños de la casa, que se habían dormido viendo una película, salieron y reconocieron que no conocían al menor. Además, aseguraban haber dejado la puerta cerrada con llave y que la habían forzado. Así pues, los agentes procedieron a su detención. Al salir, el joven recogió del suelo sus pertenencias, que había dejado junto a la rueda de un coche: sus zapatillas, un iPod y un móvil, que fueron requisadas por la Policía.