El camerunés Stéphane Mbia volvió a ser una vez más el salvador del Sevilla al lograr en la prolongación el tanto del empate a dos, en un partido en el que el Rijeka croata ya se veía vencedor tras darle la vuelta al marcador ante un rival que jugó la segunda parte en inferioridad numérica.
El conjunto español cerró la primera mitad con un 0-1, gol de Iago Aspas, y con la sensación de que estaba todo controlado, pero en la segunda llegaron las complicaciones con el empate de penalti y la expulsión del central francés Timotheé Kolodziejczak, aunque el punto sumado en Rijeka le vale para unirlo a los tres de la primera jornada ante el Feyenoord holandés (2-0) y liderar el grupo.