El Tata Martino habló en una entrevista al diario argentino 'La Nación' de su paso por el fútbol español y su año vivido en Barcelona. "La verdad que fue un año difícil. No sé si me lastimó, pero fue difícil. Fue un aprendizaje acelerado, el salto fue grande. Realmente me costó mucho", apuntó.Preguntado sobre qué fue lo más complicado que tuvo que vivir durante su etapa al frente del Barça contestó: "Ver la repercusión que tenía el día a día. Y muchas cosas en las que me preguntaba ¿y esto cuándo pasó que yo no lo viví? Había noticias permantentes, cosas que pasaban, pero cosas que no... Nunca me gusta dar excusas y de hecho no las dí, pero me costaba convivir con eso. En el día a día con los jugadores estaba bien, eran buenos chicos, eso atenuaba todo". Martino dejó el club cargando con todas las responsabilidades de la mala temporada. "Para mí es impensado no sentirte culpable cuando se llega a un club que permanentemente gana y gana y soy la única cara nueva. Asumo la responsabilidad y el tema terminó, porque cuando asumes la responsabilidad no hay repreguntas ni nada. Si yo tenía que decir que no jugabamos tan mal, que había atenuantes... Después tenía que sostenerlo y corría el riesgo de caer en contradicciones".Pese todo ha sacado enseñanzas de su estancia en la Ciudad Condal: "Creo que me va a servir mucho porque es convivir con algo en lo que eres noticia permanentemente. Habrá cosas que cuando pasen no me van a sorprender. Aquello no tuvo nada que ver con el fútbol en sí, pero si con el entorno, la exposición. Uno se sentía vigilado siempre, por cosas que a veces pasaban y otras no". También recuerda que fue lo que más le dolió. "Yo era demasiado desconocido cuando llegué. A mí me sorprendió el grado de desconocimiento que había hacia mi persona. El desconocimiento puede venir del señor que atiende en el supermercado, pero no de quien trabaja de esto".En su labor al frente de la albiceleste volverá a dirigir a Leo Messi. "Sé cómo es él ante el sufrimiento, ante momentos buenos, momentos adversos... Cómo se castiga con su autocrítica, lo que siente cuand no se logran los objetivos. Me interesa que cuando el futbolista venga lo haga disfrutando".