El primer toro de Zalduendo fue un animal soso y flojo con el que Morante abrevió al ver que las opciones de lucimiento eran mínimas. Tampoco mejoró el panorama para el torero sevillano con el flojo cuarto, un animal que de escasa movilidad. Sólo la paciencia y el empaque de Morante obraron el milagro de robar varias tandas a derechas de mérito. Donde no lo vio claro fue con el descabello.Manzanares tuvo en primer lugar un astado muy colaborador al que trenzó una faena interesante, muy templada y basada en el pitón izquierdo. Mató de una estocada entero pero el animal tardó en caer. Aún así, el alicantino paseó su primera oreja.Con el quinto, Manzanares se tuvo que inventar una faena con un toro de Zalduendo que apuntó su flojedad desde el capote. Aún así, la insistencia del diestro hicieron que de su mano izquierda surgieran varios naturales empacados y de bello trazo, lo que unido a una estocada entera al primer intento, hicieron que Manzanares cortarse la oreja que necesitaba para abrir la puerta grande.Thomas Dufau lidió un tercero que pronto tiró de freno de mano. Toro parado y soso que no se entregó nunca. El francés lo intentó siempre y saludó una ovación en compensación.Hasta la puerta de chiqueros se fue Dufau para saludar al sexto. Después llegó un vibrante quite entre el francés y Morante. Dufau por verónicas y el de La Puebla por ajustadas chicuelinas. Este sexto fue el mejor toro de la corrida de Zalduendo, con entrega, nobleza y movilidad que aprovechó Dufau para correr la mano con largura y temple, especialmente al natural. Pero lo que iba camino de triunfo se quedó en una ovación por el fallo a espadas. FICHA DEL FESTEJO Mont de Marsan (Francia), miércoles 16 de junio de 2014. 1ª de Feria. Lleno. Toros de Zalduendo, variados de presentación y juego. Destacó el notable 6º. El resto, manejables en distinto grados aunque medidos de raza y fuerza. Morante de la Puebla, silencio tras aviso y pitos. José María Manzanares, oreja  tras aviso y oreja. Thomas Dufau, saludos y saludos.