Recuperar el oído gracias a un audífono es un momento mágico, el problema llega cuando el aparato se rompe y su reparación es muy costosa, algo que muchas veces aleja una deseada reparación porque el dueño o su entorno no pueden costearla. ¿Qué queda entonces? Esperar hasta tener el dinero y no poder escuchar nada.

Esa es la situación en la que se encontró Luiz Gustavo, un pequeño de ocho años con problemas de oído. Su audífono se averió hace semanas y su familia no podía asumir los casi 2.000 euros de reparación. No pudo hacer nada salvo estar sin escuchar su día a día: su familia, seres queridos, música, entorno… una rutina que le provocó una gran tristeza.

Por fortuna la caridad de su entorno encontró la solución: los vecinos (unos 11.000) organizaron una colecta y sortearon un buey valorado en 250 vendiendo cada participación a 2,50 euros. Dicha colecta tuvo una excelente acogida gracias al poder de las redes sociales y de Internet en general, y rápidamente se logró el dinero necesario para que Luiz Gustavo tuviera un audífono nuevo.

Juliano no dudó un momento en grabar dicho instante mágico y en él se puede ver a Luiz Gustavo gritando de alegría al poder volver a escuchar, para instantes después deshacerse en lágrimas de agradecimiento hacia los que estaban a su lado. “Luiz Gustavo pasó dos semanas sin poder escuchar, pero para él fue como una eternidad. El momento en que pudo escuchar mi voz de nuevo no tiene precio”, asegura su padre. El vídeo del momento cuenta ya con más de 13.800 reproducciones.

¿Qué más se puede lograr? En realidad mucho porque para que Luiz Gustavo pueda oír por el otro oído hacen falta más de 17.000 euros que cubran la cirugía y el segundo aparato, y por ello han puesto en marcha una campaña de donaciones para lograr esos fondos. “Todavía me saltan las lágrimas cuando veo cómo reaccionó al escucharme de nuevo, con alegría y sorpresa. Ese momento me recuerda cómo de aislado se siente cuando no puede oír. Estaremos siempre en deuda con aquellos que nos ayuden a marcar diferencias en su vida”, asegura su padre.