Los vigilantes de Seguridad Privada en la provincia de Málaga están preocupados después de que el Gobierno haya elevado de medio a alto el nivel de alarma antiterrorista. Dicen que ellos ocupan la primera fila ante un posible ataque y que, sin embargo, no están ni preparados ni informados sobre cómo actuar. José Antonio Sánchez, presidente nacional de la Asociación Marea Negra por la Seguridad Privada, va más allá y explica que "nosotros por parte de las empresas tenemos muy poca información, poca formación. El Ministerio de Interior debería reclamar que estuviésemos mejor instruidos (...) nos dicen que estemos alerta, que estemos preparados. ¿Preparados para qué?". Esta asociación, sin ánimo de lucro, reclama que los vigilantes de Seguridad Privada puedan ir armados y no con simples defensas reglamentarias y grilletes como marca la ley. El presidente de Marea Negra aporta luz sobre el tema y añade que "habría que hacer una profunda reflexión si la Seguridad Privada de este país merece estar así o hay que dotarla de otro carácter que es el que está acorde a los tiempos". Estamos hablando de un colectivo, el de la Seguridad Privada, para el que hay 8.500 personas habilitadas en la provincia, aunque sólo tienen trabajo la mitad.