Desde los pactos de la Transición, en la política española no han proliferado los acuerdos entre las grandes formaciones políticas.  La urgencia de la regeneración del sistema, y la necesidad de afrontar los nuevos retos políticos y económicos, indican que en la agenda no siempre pública de las estrategias del PP y del PSOE está ya presente la posibilidad acuerdos entre estas dos formaciones mayoritarias, tal como ha confirmado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. La sombra del populismo desestabilizador está produciendo sus efectos.Sánchez, dentro de su campaña de recuperación el voto de la izquierda más centrada, ha aclarado que no habrá una gran coalición con el PP después de las próximas elecciones sino pactos concretos en beneficio de los ciudadanos. Cuatro grandes acuerdos que afectan a cuestiones esenciales pero que olvidan otras que no lo son menos. Según el secretario general del PSOE su propuesta se circunscribe a la reforma de la Constitución, la educación, el sistema energético y las políticas de dependencia y autonomía personal. La idea de estos pactos, que sin duda pueden ser beneficiosos para el futuro del país, exige de los partidos políticos una renovada inteligencia de la realidad social y una creatividad para cambiar la percepción que de la clase política tienen los ciudadanos.