Aseguran fuentes de la investigación que en el caso anterior analizado con la P300 sobre la desaparición de una mujer en la localidad zaragozana de Ricla, ese porcentaje se movía entre el 70 y el 80%. En este momento, según ha sabido COPE con estas mismas fuentes, se busca a Marta en el interior de una pequeña oquedad en el suelo que ya existía en ese terreno y que habría sido aprovechada y perfeccionada por los propios enterradores antes de introducir el cuerpo. Luego lo habrían cubierto con tierra y escombros. El propio Carcaño, siempre según estas fuentes, ha reconocido que es ahí donde está enterrada. Incluso habría aclarado que cuando condujo a la policía a la pasarela sobre el río para afirmar que la habían lanzado al cauce, a donde realmente se dirigía era a esta escombrera. Habría cambiado de idea en el último minuto y les mintió. Por lo demás, el condenado no está ayudando a los investigadores. “Habla, dice, apunta, pero no concreta”. Es la última versión que desvela COPE mientras se sigue buscando el cuerpo después de más de una semana sin resultados. Bajan a veces los ánimos, reconocen nuestras fuentes, pero se tiene claro que las tres grandes cuestiones ante las que se disparó la excitación cerebral de Carcaño fueron: “Marta está bajo los escombros”, “Marta está en la escombrera de la carretera antigua de Camas” y ante la exhibición de la foto de ese paraje. Es un dato a destacar, ya que las sensaciones cerebrales siempre estarían ligadas al concepto “enterramiento”.Sobre anteriores búsquedas en la finca de la Majaloba advierten estas mismas fuentes que Carcaño no ha señalado jamás de manera directa a ese punto. Fue un trabajo arduo de meses y meses con el que se consiguió que “describiera un escenario”. Luego, en su búsqueda, es el propio condenado quien “les saca a la carretera de la Rinconada”. De hecho, antes de ese punto “se abrieron” otras cinco fincas sin resultado. Las pesquisas realizadas entonces, la aportación científica de la P300 y la propia lógica lleva a la investigación a seguir apostando por este último escenario como la mejor hipótesis hasta ahora. Los investigadores cuentan con una aproximación de las cotas históricas de los escombros que habrían acumulados en ese lugar hace cinco años. Con esa referencia se retira el material hasta que se alcanza el nivel de aquel suelo. A partir de ese punto la pala retroexcabadora “casi araña la tierra”, cuando se calcula que quedan unos pocos centímetros sobre lo que fue la superficie de la escombrera en 2009.