Augusto César Lendoiro se resiste a decir adiós al fútbol después de un cuarto de siglo presidiendo al Deportivo de la Coruña: "De despedidas, nada, que yo sigo en la obra. Ahora me dedicaré a escribir, es una de las aficiones que retomaré", decía en El Partido de las 12. El balance de Lendoiro es muy bueno: "No me pondría nota, porque sería muy alta y la gente no me entendería. No me arrepiento de nada porque todo lo que haces, lo haces de corazón".Durante sus 25 años, recuerda algunos nombres propios. El de Makaay, como "negociación dura porque era difícil entendernos con su representante, aunque venía siempre con unas abogadas impresionantes. Aunque una más espectacular, fue la de Guardado porque se hizo en turno de noche. El PSV se acostó pensando que tenían un jugador y se levantaron viendo que lo había fichado el Deportivo". Se acuerda de presidentes como "Gil, Mendoza, Caneda, Lopera, Roig...", de entrenadores como "Irureta o Arsenio Iglesias, con los que ganamos títulos", pero cuando tuvo más claridad fue al preguntarle por un jugador: "Valerón", dijo sin titubear: "es especial. Yo dije que era mejor de Zidane, y la gente se lo tomó de broma, pero si llega a estar en el Madrid o Barça, se habría salido de todas, todas. Y como persona, si el nivel máximo está en 10, es de 20".Quizás su punto negro está en la deuda que ha puesto en peligro al equipo: "Existe una deuda, que estará sobre los 90 millones de euros reales, que se pagarán en 35 años. Nosotros regalamos las acciones del club, y todo lo que hemos disfrutado todos, tiene un coste, pero es que probablemente no se va a volver a producir". Por otra parte, cree que el mal económico del fútbol español está en que "mientras no haya una ayuda al descenso, el fútbol español no estará bien. El que desciende pasa a cobrar muchísimo menos, y los contratos hay que cumplirlos, de ahí viene parte de la deuda del fútbol español, amén de las cantidades que deban grandísimos clubes".Está orgulloso de la transición que se ha realizado en la presidencia con Tino Fernández: "Tratamos que no hubiese sangre ni una división en el deportivismo". Y finaliza recordando el momento en el que el 'SuperDépor' fue campeón: "Fuimos campeones en los años difíciles, cuando los extranjeros podían hacer un equipo ellos solos. El título de Liga es especialísimo. ¡Hemos disfrutado tanto!", finalizó.