"Las personas por delante de los territorios, somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas", ha recalcado Díaz, que ha marcado distancias con la resolución sobre el Estado "plurinacional", aunque sin mencionarla, que se aprobó en el 39 Congreso Federal.
Ante el debate territorial, ha defendido que Andalucía tiene que ser "leal" a los millones de ciudadanos que salieron a la calle hace 40 años para pedir la autonomía plena, y ha señalado: "Cuando Andalucía levanta la bandera de la igualdad lo hace pensando en España, en la soberanía nacional. Esa es nuestra ventaja y nuestra suerte".
En su intervención en el decimotercer Congreso del PSOE andaluz para hacer balance de gestión de la Ejecutiva saliente, Díaz ha señalado que si algo caracteriza a esta federación es que está "orgullosa" de lo que ha sido y de lo que es, y ha asegurado que aún quedan "muchas páginas por escribir".
Ha recurrido al libro "Una página difícil de arrancar", de Alfonso Guerra, que ha seguido su discurso desde la primera fila junto a los expresidentes de la Junta, para subrayar que en democracia y en el PSOE el destino político de las personas "no dependen del lugar que ocupen en el organigrama, depende del lugar que se ocupe en el corazón de los militantes y de los simpatizantes, en el corazón de los ciudadanos de izquierda".
Ha recalcado que Andalucía no quiere "solidaridad", sino "justicia" e "igualdad" con el resto de los territorios, y ha dejado claro que ella, como presidenta, no va a "mendigar nada" sino a reclamar lo que le corresponde a Andalucía.
De Podemos, aunque sin mencionarlo, ha dicho que está instalado en la "pureza ideológica y el populismo" y ha agregado: "Dicen que quieren casarse con nosotros, aunque yo no he pedido matrimonio".
Sólo ha lanzado elogios a Ciudadanos, con quien el PSOE firmó un acuerdo de investidura, frente a lo que ha denominado "partidos sucursales".