Alfie Evans tiene solo 23 meses y lleva un año viviendo en coma. Alfie tiene una grave enfermedad mental degenerativa y fue perdiendo movilidad desde que cumplió los siete meses de vida. Sus padres, Tom y Kate, tienen 20 y 21 años y continúan luchando para que su hijo no sea desconectado de la máquina que le mantiene con vida desde 2016.

«¿El traslado de nuestro hijo estable puede ser un riesgo? ¿Pero eliminar su soporte vital y dejarlo asfixiarse y morir no lo es? ¿Dónde está la lógica en eso? ¡Dicen que necesito enfrentar la realidad! La he estado viviendo durante 15 meses", asegura Tom en la red social Twitter.

Alfie permanece en estado semi-vegetativo y su lucha se ha hecho un hueco en las vidas de miles de personas que a través de redes sociales muestran su apoyo y aseguran a Kate y Tom que cuentan con lo más importante; pueden ofrecer al pequeño y a su familia sus oraciones.

El Tribunal Supremo del Reino Unido ha denegado a los padres del bebé el derecho a apelar la decisión judicial previa de que su hijo sea desconectado del soporte artificial que le mantiene vivo.

Los padres del bebé ya habían perdido una primera ronda de su batalla legal, que pasó por el Tribunal Superior británico, la Corte de Apelaciones, el Supremo y la Corte Europea de Derechos Humanos.

Alfie,  se encuentra en estado "semivegetativo" por causa de una enfermedad degenerativa que ha "erosionado" su cerebro, aunque no ha sido diagnosticada de forma concluyente.

El Papa Francisco recordaba este jueves que el único dueño de la vida es Dios al recordar su caso y el del francés Vincent Lambert y a los que la Justicia de sus respectivos países ha ordenado eliminar las máquinas que les mantiene en vida.

"Quiero confirmar y repetir que el único dueño de la de vida es Dios y es nuestro deber es hacer todo para proteger la vida. Recemos para que se respete la vida de todos los personas y especialmente de estos dos hermanos", aseguraba el Pontífice. 

El pasado domingo, tras el rezo del Regina Coeli, Francisco también había pedido que se respetara "la dignidad" de los enfermos y que sean tratados de manera adecuada a sus condiciones, tras citar los controvertidos casos del francés Vincent Lambert y del bebe británico Alfie Evans.